Painted. Beate Günther, Guillermo Kuitca, Richard Allen Morris

Painted presenta tres posiciones pictóricas consecuentes, casi desconocidas en Suiza, que han sido integradas recientemente a las colecciones Daros. Con estrategias artísticas absolutamente diversas, Beate Günther, Guillermo Kuitca y Richard Allen Morris han sondeado de modo ininterrumpido durante las últimas décadas los límites de lo posible en pintura, y elaborado obras inconfundibles, autónomas.

Beate Günther, residente en Berlín desde 1984, trabaja con pigmentos. Con estos crea densas y finas texturas de variadísimas formas y colores. Sus superficies están marcadas por una riqueza pictórica de matices inéditos. Operaciones sutiles en la aplicación del color producen en la tela verdaderas construcciones escultóricas. La materialidad de los pigmentos utilizados hace que sus cuadros aparezcan cálidos, sensuales y exuberantes, y luego consecuentemente fríos y cerrados. Si bien es posible percibir su configuración pictórica de modo preciso e inequívoco, los cuadros se sustraen a toda determinación apresurada de su contenido y resultan abiertos, dinámicos y flexibles en su eventual interpretación.

En su grupo de obras Desenlace I–IV, Guillermo Kuitca (*1961), quien vive en Buenos Aires, oscila entre la violencia sombría y amenazadora, la fragilidad y la fría elegancia. Con especial intensidad pictórica, Kuitca pone en escena cuatro cuadros dramáticos de gran formato en los que discute con el vocabulario del cubismo y del artista ítalo-argentino Lucio Fontana. Este provocativo aporte a la Bienal de Venecia del año pasado, en la que Kuitca representó a la Argentina, tiene un sostenido efecto perturbador. Resulta inaudito el experimento de ocuparse hoy con una corriente artística que floreció hace cien años. Kuitca se planta ante los grandes maestros de la Modernidad y se mide con ellos no sin dejar huellas permanentes en el espectador.

El californiano Richard Allen Morris (*1933) vive desde hace años en San Diego, apartado de la agitada escena artística internacional. Irrespetuoso, osado, francamente atrevido y siempre dotado de bravura pictórica, transforma en pintura su propio teatro universal, que por momentos puede resultar grotesco. De modo humorístico y lúdico, y a su singularísima manera, Richard Allen Morris refleja el mundo (del arte) que lo rodea. Su penetrante capacidad de observación y su sentido de la ironía y el absurdo imprimen a su obra una marcada nota propia. Sin miedo al contacto con la caricatura y el comic, la pintura de Morris sorprende hasta hoy por su inalterada frescura y espontaneidad. Obras de los últimos cincuenta años trazan un recorrido por toda la producción artística de este pintor rebosante de ideas.